El tonto Simón

La canción decías algo así como “eres tonto Simón.. y no tienes solución”, pero lo que no decía es ¿Qué pasaría si el tonto Simón le tocaba la primitiva y pasa a ser tu jefe?

No quiero que se confunda esta definición con el tipo de tonto que definió Lauren J.Peter, en su famoso “principio de Peter”, que dice: “En una jerarquía, todo empleado tiende a ascender hasta su nivel de incompetencia”, la consecuencia de este principio es que los puestos de alta dirección son ocupados por personas con una calificación insuficiente para desempeñar este trabajo.

Al tonto que me refiero, es al tradicional “Tonto del pueblo”, que, por una de esas ironía de la vida, consigue tener un puesto de poder, asi que le definiré como T.P.T.P. (anacronismo de Tonto del Pueblo que le Toca la Primitiva).

Este “tipo” suele hablar en una habitación de 9 metros cuadrados, como si estuviera en la “campo abierto” y suele rascarse, al tiempo que emite algún improperio, los picores en las zonas donde la espalda pierde su casto nombre y también en los “güevos”.

Su total incompetencia en el puesto que desempeña, se convierte en un reinado, en el que el se hace lo que el dice, como no puede aportar ningún dato técnico, por el articulo 33, y cualquier frase después de la que dice se convertirá automáticamente en “bronca”, lo que hace que el trabajo en presencia de un tipo de estos sea siempre humíllate y vejatorio, todo esto le convierte en un gran Hijo de la Grandísima Puta (jo que desahogo).

La única satisfacción que tiene los que trabajan con un “tipo” así es ver lo sumiso, servil, “pelota”, y rastrero que se vuelve cuando encuentra a alguien en un puesto superior a él.

La existencia del TPTP como jefe confirma uno de los principios budistas, definido en el siglo V A.C, “la vida es imperfecta”. Y una de las mentiras aprendidas desde la infancia, “estudia, trabaja duro, y te harás un hombre de provecho…”