Mi primer ordenador

Recuerdo el año 82’s, yo estaba en sexto de EGB, y en todo el cole, comenzó una ola de pasión por los ordenadores, no teníamos muy claro para que podría servir un cacharro como ese, de hecho recuerdo que pregunté a uno de los “listos” de la clase, oye yo también voy a pedir un ordenador por reyes pero… ¿para que sirve eso?, tío… puedes hacer tus propios juegos, eso sonaba mejor que la consola que se había comprado mi primo, un atari 5200. Esto pintaba mucho mejor me podría hacer mis propios juegos, creo que en aquel momento pensaba en juegos que aun no se han desarrollado.

Me juré a mi mismo que daría la “turra” hasta que tuviese mi ordenador, mi padres me miraban con cara extraña, en aquella época los padres no se crecían porque el hijo estudiase informática, en aquellos años el ordenador se quería como una super-maquina de juegos, que si exceptuamos Internet, es mas o menos es para lo que se quiere ahora.

Así que di la paliza todo lo que pude, tenia que ser en esas navidades, mi padre después de aguantar esa “turra”, cogió el catalogo, le ojeo y cuando llego al precio, vi claramente en su cara que el tema se había puesto muy difícil, todavía lo recuerdo 42.000 pelas, y eso que era una oferta.

El camino se había tornado mucho mas duro de lo que parecía inicialmente, así que totalmente desalentado, dormía con mi catalogo de Sinclair, soñado que quizás los reyes existían de verdad, esta era la única forma de que yo tuviese mi ordenador.

Creo que tenia tan claro que no iba a tener Spectrum que comencé mi primera depresión, no se porque no volví a dar la “turra”, de las ultimas semanas, los reyes se aceraban, y me preguntaban que quería, nada… iff, iff, así que una mañana se acerco mi abuelo, me cogió de la mano, y me dijo ven vamos a dar una vuelta, fuimos a la tienda mas puntera en electrónica, y me dijo, anda dime cual quieres, delante de mi había el Comodore 64, el Vic-20, el ZX-81 y el ZX-Spectrum.

El Comodore se salia de precio, el zx-81 era demasiado viejo, y el Vic-20 y ZX-Spectrum eran similares, pero el Vic.20 no se oía mucho dentro del cole, así que mire los precios y le dije a mi abuelo, este esta bien, señalando al ZX-81, al tiempo que miraba el Spectrum, mi abuelo me repitió te he dicho que me digas cual quieres, no cual es mas barato. Yo grite, este, señalando el Spetrum, miró al vendedor, y saco de debajo de la mesa una caja negra, con unas enormes letras blancas, Sinclair ZX-Spectrum, no daba crédito vivía en un sueño, mi ordenador, llevaba la caja agarrada al pecho, cual quinceañera con la carpeta repleta de fotos de sus “amores”, cuando llegue a casa todos me esperaban para verme la cara y como desempaqueta aquella maravilla de la tecnología.

Le coloque en la mesa y comencé a abrir la caja como si de desactivar una bomba se tratase, al levantar la tapa de corcho blanco, apareció con sus teclas de goma multicolor… bueno y ahora que?, pensé. Lo reconozco quizás fue la única vez que lei un manual, aquello se empezaba a complicar, y entre lo primero que leí es, después de conectar su ordenador al televisor aparecerá este mensaje… vaya así que es necesario una tele, a riesgo de que me echasen de la familia, me acerqué a mi madre, y le dije, verás es que el cacharro ese, esta muy bien, pero se necesita una tele… ¿que?, que después de gastarnos ese dineral ahora quieres una tele… pero puede valer la del trastero, conteste antes del siguiente grito, sí esa del año la polca, mira haz lo que te de la gana pero no nos vamos a gastar mas dinero en ese capricho, que todavía no se porque lo hemos comprado. Total que cogí la vieja tele de válvulas de la familia, la instale en el cuarto, y luego vi que se necesitaba un accesorio extra, el adaptador de antena, aquellas teles, había que convertir el moderno conector de la antena, a una conector de “banana”, yo no podía ni pensar si quiera en volver donde mi madre a pedirle que me comprase nada, creo que debía estarme callado en los próximos 90 años, así que cogí todos mis ahorros y baje a comprar un adaptador, por suerte no eran muy caros, de hecho el vendedor estaba encantado que existiesen idiotas que querían comprarle esos conectores obsoletos, así que con mi conector en mano finalmente encendí la tele, luego el Spectrum, largos minutos aquellos de encendido y buscando el maldito canal, para que?, pues para ver finalmente © 1982 Sinclair Research… vaya solo eso… pues vaya chufa, donde estaban esas maravillas de juegos, ese mundo alucinante donde me iba a sumergir en agotadoras aventuras, mire en la caja y encontré una cinta con lo que prometía ser la entrada a un mundo de juegos y diversión, y un enorme libro con un titulo como “aprenda Basic”. El libro me parecía hasta de mal gusto, una maquina para jugar que te tenias que aprender aquello… pues si bastante tenia con el cole,

y bueno la cinta…si estaba bien, quizás esto seria la llave al nuevo mundo, pero… , una cinta, puff…, no me veía con fuerzas de decirle a mis padres que ahora necesitaba un casete, así que cogí mi bici y me baje al parque…

Definitivamente…. la informática no era para mi.


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Comentarios

Una respuesta a «Mi primer ordenador»

  1. Avatar de Tomás

    Muy chulo leerlo. Me veía reflejado. Yo el spectrum sólo le veía a los que lo tenían, Pascual, mis tías… Yo no tuve ordenador hasta que llegaron los maravillosos MSX… después de los commodore 64 y esas cosas, ya sabes…

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