Bonita mañana para pasear, pensé cuando quite la manta que durante varios años cubría a mi vieja Kawasaki GPZ 500-S, solamente cuando vi el modelo, el ’92 me di cuenta que quizás había pasado demasiado tiempo sin sacarla del garaje.
Así que decidido pulse el botón Start, esperando oír el viejo rugir de Kawa, y lo que oí fue una especie de «clac» metálico después de una serie de pof, pof, como si se tratase de la mascota del Inserso. No había que ser muy listo para saber dos cosas, que la moto tenia un problema, y que tendría que ir al trabajo en coche, así que llame al taller, pensé que a fin de cuentas la moto había estado 15 años sin dar problemas, también es cierto que de los 15 años 13 se los había pasado con un manta encima, así que recordé a mi vecino cuando me recomendaba su seguro, porque estaba muy contento con el, en 20 año no había dado ningún parte, y se había conformado con pagar puntualmente los recibos, y todavía cuentas a los amigos, lo contento que estas con tu seguro, los que si que estarán contentos son los del seguro.
Otro día hablare de mi vecino, que no me quiero desviar del tema, como decía lleve la moto al taller, y me cuenta que tiene un imán interno roto, bueno dicho así, no parece demasiado, esta momentánea alegría cambio cuando me contaros que «imán roto», en cristiano quiere decir, 1100 €, joder un poco elevado para una moto tasada en 1.500, al mismo tiempo que me caía espatarrado en el suelo.
Total que yo que vivía feliz sin saber ciertos apartados de mecánica me encontré de la noche a la mañana, sacando el «doctorado» en esta avería, comencé a usar de una forma cotidiana palabra que hasta el día anterior no pensaba ni que existían como Estator, rotor, volante magnético, y cosas así, que son las partes que contienen el «puñetero imán». Así que me vi en la frenética lucha por buscar por todos los desguaces, el puñetero volante magnético, y curiosamente, en una nueva conspiración cósmica contra mi, ningún taller tenia esta pieza, porque da la casualidad que en la fabricación estas motos se coloco esta pieza defectuosa y todas las motos que estaban en los desguaces la tenían rota, de hecho 2 años mas tarde, la propia casa cambio el proceso de fabricación para colocar una pieza de mejor calidad, vaya por dos años, pensé, no podría haberme ido a hacer la «mili», o a “Punta Cana” que con lo que me habría ahorrado me habría salido el viaje gratis.